[.....] TRAYECTORIA VITAL Y ARTÍSTICA Hijo de Feodor Stravinski, célebre bajo del teatro María de San Petersburgo, Igor Stravinski terminó sus estudios de derecho en la Universidad estudiando al mismo tiempo escritura musical con Nikolái Rimski-Kórsakov (1902-08). Las primeras obras que revelan su personalidad, el Scherzo fantástico y Fuego de artificio, fueron estrenadas en el concierto Ziloti (invierno de 1908-09) en presencia de Diaghilev. Este encuentro marca el principio de una estrecha colaboración entre ambos que sólo la muerte de Diaghilev en 1929 pudo romper; éste orientaría a Stravinski hacia el ballet. Con el encargo de El pájaro de fuego (1909-10) Diaghilev no sólo reveló a Stravinski al gran público sino que impuso de golpe la nueva música rusa en el plano internacional. Stravinski, a partir de su viaje a París con motivo del estreno del ballet, compartiría su tiempo entre Clarens (Suiza), donde pasaría el invierno, y la propiedad de su esposa en Ustilug (Volhynia), donde residiría en verano. En este último lugar escribiría Le sacre du printemps, un cuadro de la Rusia pagana, entrecortado por la composición de un concierto para piano que se convertiría, gracias a los consejos de Diaghilev, en una evocación de la fiesta popular de Carnaval en la plaza del Almirantazgo en San Petersburgo y del drama sobre el personaje más célebre del teatro de marionetas, Petrushka (1911), que vería el triunfo de Nijinski. El escándalo de Le sacre (1913) en el Teatro de los Campos Elíseos, escándalo más bien coreográfico que musical si se tiene en cuenta el éxito en su estreno en concierto al siguiente año, proyectó a Igor Stravinski a la primera fila de la actualidad; junto con Arnold Schönberg, pero, desde una perspectiva completamente diferente, se convirtió en el símbolo del músico revolucionario. Detalle de un dibujo de Pablo Picasso del compositor Igor Stravinski. Sin embargo, esta obra histórica no tendrá continuidad. Siguiendo a los ballets rusos en sus giras, que dejarían definitivamente Rusia en 1912 y fijarían su sede en Montecarlo, Igor Stravinski se unió a Claude Debussy, Maurice Ravel, Erik Satie, Manuel de Falla y Alfredo Casella. Mientras trabajaba en su refugio suizo en las Noces (1914-17) y en Renard, «una historia burlona, cantada y tocada, hecha para la escena» (1916-17), conoció al poeta suizo Ramuz (1915). Comienza una colaboración a causa del libreto francés de las obras en elaboración y sin ninguna duda Ramuz está en el origen de L'histoire du soldat, (Historia del soldado) del que fue libretista, una obra destinada al teatro ambulante para solista y siete instrumentos, sobre el tema de la lucha entre el bien y el mal por la posesión del alma humana, tratado con un humor un poco irónico. La revolución de 1917, que sorprendería a Igor Stravinski en Suiza, le hizo perder su fortuna, y la ruptura con su país natal se prolongaría hasta 1962. En 1920 decidió instalarse en Francia. Este desarraigo no es ajeno a la ampliación de sus fuentes de inspiración musical, que se decanta hacia un cosmopolitismo europeo y hacia una búsqueda rigurosa de universalidad, acompañada de un gusto cada vez más marcado por los problemas religiosos. Con Pulcinella (1919), un encargo de Diaghilev sobre temas de Giovanni Battista Pergolesi, se abre el período llamado «neoclásico», que le llevaría hasta Rake’s Progress (El laberinto) (1948-51). A partir de 1923, por razones materiales, Stravinski intentaría seguir la carrera de pianista (lo que daría lugar a la composición de obras para este instrumento) y de director de orquesta, que le llevaría a Estados Unidos a partir de 1925, grabando sus propias obras desde 1927. Nacionalizado francés en 1934, intentó conseguir un puesto en la Academia de Bellas Artes de Francia (1936), que sería concedido a Florent Schmitt. Invitado en 1939-40 por la universidad de Harvard para dar una serie de cursos sobre Poética musical, fijó su residencia en Hollywood durante la Segunda Guerra Mundial. [.....]