Obra de Maurice Ravel, cuya versión original para piano, comenzada en 1914 y acabada en 1917, fue ofrecida en primera audición por Marguerite Long el 19 de agosto de 1919 en la sala Gaveau. Este «homenaje a Couperin», que su autor consideraba como homenaje a, toda la música francesa del siglo XVIII, fue concebido en el trágico contexto de una época desgarrada por el enfrentamiento de los nacionalismos exacerbados. Por otra parte, las diversas piezas de esta admirable suite están dedicadas a amigos caídos en el frente: Prélude, al teniente Jacques Charlot; Fugue, al subteniente Jean Cruppi; Forlane, al teniente Gabriel Deluc; Rigaudon, a Pierre y Pascal Gaudin; Menuet, a Jean Dreyfus; Toccata, al capitán Joseph de Marliave. El primer fragmento (vivo), a 12/16 en mi menor, propone, en la perspectiva de una dinámica muy fluida, un motivo que gira sobre sí mismo, del que nace un activo «movimiento perpetuo». La Fugue, a tres voces allegro modéralo a 4/4), también mi...